Aunque no hay estudios que muestren el efecto del alcohol sobre las vacunas contra el COVID-19, si hay estudios con otro tipo de vacunas sobre el efecto que puede tener el alcohol sobre el sistema inmune y la formación de anticuerpos. 

Se sabe que el consumo excesivo de alcohol, especialmente si viene desde hace un tiempo prolongado, sí puede interferir con el sistema inmune y con la respuesta de desarrollo de anticuerpos por la vacunación. ¿Pero a qué se refiere con un consumo excesivo de alcohol? Entre 4 y 5 tragos en una ocasión y un trago corresponde a: 5 onzas de vino, 12 onzas de cerveza o 1.5 onzas de un licor fuerte como whisky, ron, tequila, vodka, o ginebra. Este consumo excesivo de alcohol se ha relacionado con la pérdida de la funcionalidad y cantidad de las células B y T, las cuales son esenciales para el sistema inmune, así aumentando el riesgo de infecciones y disminuyendo el efecto de inmunidad de las vacunas.

Eso es lo que se ha observado con el consumo excesivo de alcohol, sin embargo, el consumo moderado, es decir 1-2 tragos o menos, no ha demostrado un efecto deletéreo en la respuesta inmune generada por las vacunas. 

Es importante también tener en cuenta que si la persona que recibe la vacuna presenta efectos secundarios como el malestar general, fiebre o dolor en los músculos, estos efectos se pueden exacerbar con el alcohol, ya que este causa cierto grado de deshidratación en el cuerpo lo cual aumenta la intensidad de esos síntomas.

En conclusión, la recomendación general sería no consumir licor antes o justo después de recibir la vacuna anti COVID-19, pero si lo va a hacer que no sea en exceso.

Fuentes:

• Centers for Disease Control and Prevention. https://www.cdc.gov/alcohol/fact-sheets/alcohol-use.htm. Accedido el 11 de julio 2021.
• Pasala S, Barr T, Messaoudi I. Impact of Alcohol Abuse on the Adaptive Immune System. Alcohol Res. 2015;37(2):185-197.